jueves, 27 de noviembre de 2008

El otro artículo censurado por El Norte...

O sea, la crítica sí vale, pero la alabanza no. Por eso estamos como estamos. Un Rorschach para el país, por favor....

CONTRASTE

Es un orgullo para Nuevo León la pujanza económica que, bajo la tutela del Ing. Alejandro Paéz Aragón, promueve la Secretaría de Desarrollo Económico. Desde el desarrollo de clusters hasta los estudios necesarios para determinar áreas de oportunidad, la Secretaría cuenta con estrategias y proyectos de primer mundo. El Ing. Paéz dio una visión general de los proyectos estatales en un foro sobre la actual crisis financiera mundial patrocinado por la EGADE el martes de esta semana.
“Migrar hacia una economía del conocimiento”, como lo plantea la estrategia, es el futuro, y sus implicaciones son enormes tanto para la economía como para lo que representa esta estrategia para la educación y el entorno social. Las tácticas dirigidas a realizar la estrategia son demasiadas para mencionar aquí, pero existen datos impactantes que vale la pena mencionar.
Una comparación de la tasa de crecimiento anual del producto interno bruto entre Nuevo Léon, Estados Unidos, y México entre 2003-2008 (este último un pronóstico) muestra que Nuevo León supera a las otras dos entidades cada año. Nuevo León crea más empleos que Jalisco y el Estado de México, el ingreso promedio mensual es mayor que el del resto del país, y el Estado está cumpliendo diez años sin un emplazamiento a huelga.
Estos logros se apuntalan en una colaboración múltiple: gobierno, universidades, iniciativa privada, y fuerza de trabajo. Uno de los resultados que se observan a nivel de la calle es el influjo de migrantes centroamericanos que optan por quedarse en Nuevo León en vez de aventurarse hacia la frontera con EU, con todos los peligros que ello conlleva. Para los migrantes que han probado suerte en EU, Nuevo León se vuelve un destino igual o más atractivo que aquel país.
Un dato interesante es el descubrimiento de que la inversión extranjera en Nuevo León (u otros sitios) no depende de las incentivas que se otorgan sino de factores como la localización y la cercanía de mercados, lo cual coloca a Nuevo León en una situación privilegiada.
En contraste con la jauja de nuestros hospitales privados, que reciben a extranjeros en busca de una excelente calidad médica con menores costos, tenemos las condiciones que prevalecen en los hospitales públicos: insuficiencia de medicamentos, de equipo, de camas, con deficiencias en la limpieza. Pero las deficiencias están a nivel humano, y eso es peor.
Un amigo cercano me comentó que la semana pasada visitó a una amiga que moría de cáncer terminal en cuidados intensivos de la Clínica 25 del Seguro Social. El acompañamiento que hicieron los miembros de la iglesia de la enferma fue un acto de gran cariño y humanidad. Pero estos amigos y los parientes de la enferma, que venían de fuera del estado, tuvieron que soportar lo más ruin del comportamiento humano ante la muerte.
El personal de limpieza entraba durante la noche, silbando felizmente, poniendo su radio a todo lo que daba. No le importaba ni la enfermedad ni la presencia de la muerte. El vigilante de “seguridad” se hacía presente para pedirles a los amigos y parientes una “co-operacha” para la soda para que los “permitiera” permanecer al lado de la mujer que moría.
La falta de recursos azota los hospitales y clínicas públicos y hace sufrir a nuestra gente. Pero la falta de humanidad, de respeto, de la más elemental consideración y sensibilización, eso no es asunto de recursos económicos. Es una grave falta de la administración hospitalaria y de una nula supervisión. Es un contraste atroz.